Es difícil romper los estereotipos que se basan siempre en un conocimiento insuficiente de la realidad pero que tienden a estructurar nuestro pensamiento y acciones. Cuando pensaba en la obra de Jean-François Millet (Gruchy, Gréville-Hague, Francia, 1815-1875) sólo se venía a mi imaginación imágenes del trabajo agrícola y de su célebre y espiritual composición «El Ángelus«, tan querido y representado por Dalí en muchas de sus obras. Cuando, por casualidad descubrí sus desnudos artísticos me quedé muy sorprendido. Millet formó parte de la denominada escuela de Barbizon. Barbizon, más que una verdadera escuela, fue un lugar en el que se fue asentando una comunidad artística – que generaba una obra realista con influencias románticas – influida por la pintura del británico John Constable. Se empezó a apreciar la pintura al aire libre y, en este sentido, fueron los precursores del impresionismo. A esta escuela pertenecieron tanto Camille Corot como uno de sus maestros, Michalon. Les sugiero que comparen los modelos masculinos de Millet, que les muestro, con los de Michalon.
A diferencia de Michalon, la mujer adquiere una cierta relevancia y la apreciamos usualmente en esos entornos naturales, alejadas del «estudio» en el que posaban las figuras masculinas.