
Toulouse-Lautrec desnudo a bordo de un yate
La azarosa vida de Henri de Tolouse-Lautrec (Albi, Tarn, Francia, 1864-1901), popularizada por el cine, es sobradamente conocida: de familia noble, casi un enano como consecuencia de una enfermedad infantil, alcohólico, con brotes psicóticos que lo tuvieron internado una temporada, adicto al mundo del cabaret y al prostíbulo de Montmartre, sífilis y una temprana muerte. Sus acuarelas y carteles, casi despreciados en su época, acaparan hoy el día la atención del gran público, pero el conjunto de su producción, de la que

Toulouse-Lautrec bañándose en Crotoy, Burdeos
destacan los desnudos, es muy importante. Con todo, su óleos son escasos.
Se le encuadra dentro del impresionismo o post-impresionismo, como a Degas – vecino suyo en el barrio de Montmartre – y como éste muestra en su obras algunas características inhabituales en este movimiento artístico como el rechazo de las escenas de exterior, al aire libre. Su obra tiene tintes expresionistas al centrarse fundamentalmente en las personas que representa con un cierto toque irónico.
Como la mayoría de los impresionistas su obra bebe inicialmente de las fuentes del realismo, y trabajó, en sus inicios, en el taller de Bonnat.
Destaca la fuerte influencia del grabado erótico japonés, el Ukiyo-e, que se traduce en composiciones horizontales y en el fraccionamiento de las figuras.

María la Gorda – Henri de Toulouse-Lautrec

Estudio de desnudo – Henri de Toulouse-Lautrec

El pulidor de mármol – Henri de Toulouse-Lautrec