En estos momentos, el Museo del Louvre, realiza una exposición sobre la obra de Albrecht Altdorfer (Ratisbona, Alemania, 1480-1543) que vuelve a dirigir la mirada internacional sobre este destacado artista sobre el que pesa la etiqueta de «pequeño maestro». Altdorfer fue un artista muy reputado en su época, pero su trascendencia no se debe a los grabados en los que sigue la huella de Durero, ni en una pintura – fundamentalmente religiosa – en la que se aprecia la influencia de Cranach. Fue una de las figuras fundamentales en el desarrollo del paisaje como un elemento independiente y no como telón de fondo para el desarrollo de la acción. El propio Cranach también se vió envuelto en este movimiento de liberación del paisaje que se asoció a la denominada Escuela del Danubio. A diferencia de Aldegrever, Altdorfer se centra más en la temática religiosa que en consideraciones mitológicas, que se prestan más al desarrollo del desnudo. Sin embargo la visión integrada de desnudo y paisaje se aprecia en algunos casos.
Como en el caso de Aldegrever, quiero llamar la atención sobre el monograma.