Según nos cuenta el Museo del Prado, Gaetano Gandolfi (San Matteo Della Decima, Bolonia, Italia, 1734-1802), se formó, al igual que su hermano Ubaldo, en los talleres de Felice Torelli y Ercole Graziani, seguidores de la obra de Carracci. Ambos fueron figuras más relevantes de la escuela boloñesa, en su última etapa. Su clasicismo académico, manifestado especialmente en sus dibujos, le fue abriendo las puertas del neoclasicismo. Independientemente de sus óleos, sus plumas, aguadas y sanguinas, tienen una relevancia especial y muestran el dominio de la anatomía humana que enseñó en la Academia Clementina de Bolonia.












