Quiero introducir pronto a este artista para permitir un diálogo entre la producción del mismo y la de su homólogo Max Liebermann, que acabamos de comentar. Ernst Lieberman (Langemüss, Alemania, 1869-1960) comparte con Max su apellido y nacionalidad, pero la situación se plantea ahora de un modo muy distinto. Hay unos 25 o 30 años de diferencia entre los mismos y en la sociedad alemana ha irrumpido el Tercer Reich.
La obra de Ernst Liebermann – como la de Max – se ve influenciada por el impresionismo y el modernismo/simbolismo pero, de algún modo, también pone de manifiesto alguno de los valores (salud física y deporte, familia, raza, etc.) que defendía el nazismo. No fue represaliado por éste, como todos los artistas que el régimen consideró que producían un «arte decadente» y, quizás este hecho ha contribuído a una menor difusión de su obra. Berthold Hinz en un estudio que aparece en el catálogo de la magna exposición «les Realismes, 1919-1939» – llevada a cabo por el «Centre George Pompidou» en 1981 – es extremadamente crítico con el arte del IIIº Reich al que acusa de un mantenimiento de los estereotipos a través de una pintura de género, ajena tanto a la temática social real como al conjunto estilístico de las vanguardias. Ernst Libermann no creo que haya sido un modelo del pintor del nazismo, como quizás lo fuese Ivo Saliger o Adolf Ziegler, y muchos de sus desnudos considero que deberían formar parte de una antología del arte modernista. Aquí les muestro algunos:











Mujer desnuda en el espejo – Ernst Liebermann

