Aunque algo menos conocido que Rubens y que Van Dyck, Jacob Jordaens (Amberes, Bélgica, 1593-1678) puede considerarse como el tercer elemento de una trilogía que protagonizó el arte flamenco en el siglo XVII. Su obra muestra, entre otros, la influencia de Rubens y, de hecho, finalizó algunas obras que este maestro había dejado inacabadas para Felipe IV, en la Corte Española. También se aprecia la impronta dejada por Jan Brueghel el viejo, o de artistas del norte de Italia como Caravaggio o Veronese, aunque nunca viajó a ese país. Su pintura muestra colores intensos e iluminaciones dramáticas. Como era habitual en la Italia de la época, el desnudo se circunscribe, casi de un modo absoluto, a representaciones mitológicas clásicas.










En sus desnudos masculinos parece cobrar relevancia la figura del sátiro, aunque también vemos otras representaciones:




