Usualmente, sólo publico una entrada en este blog cuando encuentro en la Red un número de obras suficientes para ilustrar debidamente al artista. Este no es el caso. Pierre-Georges Jeanniot (Ginebra, Suiza, 1848-1934), que desarrolló su profesión en Francia, junto a su padre, director de la Escuela de Bellas Artes de Dijon, tiene pocas obras en Internet y, menos aún, que muestren desnudos. Pintor, grabador y acuarelista, desarrolló un estilo muy afín al impresionismo. Se relacionó con Manet y tuvo una especial amistad con Degas, a quien consideró su maestro. Sin embargo, es hoy un artista poco conocido. Dentro de la escasa producción que he encontrado, me ha llamado la atención una obra: «Los reclutas». El desnudo masculino se ha utilizado infinidad de veces en el arte para mostrar heroísmo, deseo sexual, poder… y menos frecuentemente – y contrapuesto a esto último – debilidad, impotencia o aislamiento psíquico. Por su composición este cuadro parece hablarnos de sometimiento, de claudicación sin condiciones. El desnudo es un elemento más de una pérdida de identidad reflejada por unos cuerpos de espaldas, con el rostro oculto y la mirada dirigida al suelo. No hay violencia física. Ni siquiera una humillación manifiesta, pero la obra podría permitirnos ilustrar una campaña contra esos reclutamientos obligatorios que algunos tuvimos que sufrir en el pasado.

De Jeanniot son también esto gouaches que reflejan esas actividades femeninas «de tocador»



Y algunos grabados:


