
Reconozco mi ignorancia y que, sólo por casualidad, me he encontrado frente a la obra de Betty Tompkins (Washington D.C., USA, 1945), una artista feminista que puede relacionarse con Anita Steckel y Joan Semmel, sobre las que preparo actualmente un Trabajo de Fin de Máster. No formó parte del Fight Censorship Group como éstas y, según declaraciones propias, sólo las conoció en el año 2003 o 2004. En 2016 las tres artistas y Cossey Fanni Tutti, protagonizaton una instalación en Dallas – curada por Alison Gingeras – bajo el título «Black Sheep Feminism: the Art of Sexual Politics «. Formalmente más próxima a Semmel que a Steckel, sus obras muestran primerísimos planos de los genitales femeninos aislados, con textos sobrescritos (serie «Words») o participando en actividades sexuales (homo o heterosexuales). Estas últimas forman una pequeña colección de nueve obras tituladas «Fuck Painting», como una de las series de Semmel, que realizó Betty Tompkins entre 1969 y 1974. Para los «escandalizables» he etiquetado esta obra como pornográfica, como advertencia, pese a ser ésta una etiqueta que me parece siempre poco definitoria, especialmente en el mundo del arte. La calidad artística de Tompkins está más allá de cualquier consideración moralista y puede acreditarla, por ejemplo, el hecho de que su obra forme parte de la colección del Centre Pompidou – Musée National d’Art Moderne de París.












