Por mucho que han avanzado las técnicas de reproducción artística, la pintura no puede ser aprehendida en su totalidad a partir de las mismas. Falta siempre la materialidad. ¿Qué decir entonces de la performance?. Fruto de esa idea postmoderna que pretende desvincular el arte del mercado, está concebida como una acción única en el espacio y en el tiempo. En ocasiones se graba pero, usualmente, sólo nos quedan testimonios fotográficos de las mismas, completamente descontextualizados. El cuerpo del artista constituye en lugar de acción y por ello el desnudo adquiere dimensiones más destacadas que en las representaciones artísticas convencionales. Les presento aquí, con las dificultades reseñadas, la obra de Carlos Martiel (La Habana, Cuba, 1989), un destacado artista con un fuerte reconocimiento internacional. Muchas de sus performances tienen un componente muy estático (en algunas está horas inmóvil) lo que no permite una cierta comprensión de las mismas a través de la fotografía. De hecho el artista muestra una gran admiración por la escultura y comenta su interés por generar representaciones con un fuerte componente estético.
Así, por ejemplo, la performance «Punto de Fuga» (2013) que hace alusión célebre «Hombre de Vitrubio de Leonardo de Vinci tuvo una duración de siete horas. Sobre la misma el autor y Katerina Vahitova nos comentan:
De «Punto de Fuga» – Carlos Martiel
«Para la performance, un prestigioso médico italiano, Alberto del Genio, pasó cinco horas cosiendo 88 hilos de lana negra (traídos a Italia desde Sudamérica) en el cuerpo de Martiel. Cuando el doctor terminó, el artista estaba de pie en el centro de la sala principal del Museo Nitsch, entre dos paredes especialmente construidas para la función. Un grupo de 12 asistentes tensó los hilos de lana unidos a Martiel y los ató a las paredes. Los hilos cosidos a la espalda de Martiel siguieron la misma dirección hasta un único punto en la pared. Los hilos que se extendían desde su torso se expandieron en muchas direcciones, creando la ilusión de que estaba siendo atravesado por un punto de fuga. Martiel permaneció de pie durante dos horas.»
La siguiente fotografía forma parte de la performance «Toda Percepción es una Interpretación: You are part of it». La revista Art on Cuba nos muestra las principales claves:
«Esta poderosa pieza fue producida con la cooperación de numerosos inmigrantes haitianos indocumentados de Little Haiti, que prepararon platos típicos haitianos para ser consumidos por la audiencia. Carlos Martiel, de rodillas, reemplaza la cuarta pata de una mesa donde se servirán dichos platos. Asimismo, habrá un video ( visto a través de un monitor) que acompaña el espectáculo, donde se reproducirán las manos de un inmigrante preparando la comida, y la voz del inmigrante es escuchada en una entrevista realizada por el propio Martiel»…
En el caso de «Simiente», Martiel muestra su cuerpo tendido impregnado con sangre donada por inmigrantes de muchos paises, en una representación que nos recuerda la obra de Nitsch.

Simiente – Carlos Martiel
En «Imperio», un cepo, utilizado para la caza, aprisiona su pié:

Imperio – Carlos Martiel
Ese cuerpo torturado, aunque sin las sangrientas representaciones de Nitsch, se muestra también en «Trofeo»:

Trofeo – Carlos Martiel
En «Segregación» creo que el contenido de la imagen es suficientemente explícito:

Segregación – Carlos Martiel
La obra de Carlos Martiel tiene un fuerte componentente sociopolítico. Según sus palabras recogidas en una entrevista para Creators (recomiendo la lectura completa):
Comencé a trabajar con mi cuerpo porque este me permitía de una manera efectiva criticar, reflexionar, o señalar problemáticas que tienen su raíz en el hecho de ser negro. Mi trabajo no podía ser de otra manera porque nací en Cuba; porque provengo de una familia de emigrantes haitianos y jamaicanos; porque nunca tuve ningún privilegio. El performance fue la única vía que encontré para exorcizar de mi interior años de prejuicios ajenos.
…empecé a observar mi cuerpo como sujeto y objeto. Luego mi trabajo se ha ido moviendo en otras direcciones y actualmente tiene ejes centrales, como las relaciones de poder, la inmigración, o la violencia.