Germaine Richier (Granz, Francia, 1902-1959) fue una escultora forjada en la tradición de Auguste Rodin y Antoine Bourdelle. De este último fue alumna hasta su muerte en 1929. Su obra inicialmente más clasicista, se volvió fuertemente expresionista, siendo de destacar – por la polémica suscitada – su Cristo de Notre-Dame de Toute Grâce du Plateau d’Assy. Este Cristo se representa de un modo fuertemente torturado y puede recordarnos, en parte, a la obra de Giacometti, compañero suyo en el taller de Bourdelle.


