La obra de Justin Maurice O’Brien (Hurstville, Nueva Gales del Sur, Australia, 1917-1996) me parece excepcional en cuanto se diferencia notablemente de la producción de otros retratistas australianos contemporáneos. El estilo es original, pero también la temática: aunque no toda su obra tiene carácter religioso, la mayoría de sus escenas parecen transmitir un punto de intimidad o trascendencia. Justin O’Brian fue el primer ganador, en 1951, del Premio Blake de arte religioso.






