En la transición entre el Barroco y la pintura clasicista, destaca la figura del pintor, grabador y dibujante Joseph-Marie Vien (Montpellier, Francia, 1716-1809). Fue maestro , entre otros, de David, por lo que se le considera el padre del Neoclasicismo. Vivió en Roma en los momentos de efervescencia que siguieron a los descubrimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano, que determinaron su afición por el mundo clásico greco-romano. Director de la Academia de Francia en Roma, pintor del rey Luis XVI y senador y conde del imperio con Napoleón, gozó de un gran predicamento en su momento.