Antony Crossfield (Londres, reino Unido, 1972) nos muestra, en sus fotografías, una realidad inventada. Cuerpos fusionados con otros cuerpos o con objetos. Cuerpos imposibles que viven una historia que nos resulta ajena y misteriosa pero real, y por ello nos desconciertan. No resulta raro que el artista muestre su admiración, entre otros, por Francis Bacon. En ese artículo, y ante la pregunta de los posibles efectos que su obra puede provocar el espectador, comenta:
«Espero que provoquen un montón de preguntas. Sobre todo porque en mi trabajo cuestiono muchos supuestos que tenemos sobre el cuerpo y su relación con uno mismo, así como la necesidad de examinar el vínculo entre fotografía y pintura. Gran parte de lo que hago es un intento de tomar una serie de dicotomías aparentemente contradictorias: la mente y el cuerpo, la naturaleza y la cultura, dentro y fuera, la pintura y la fotografía, la ficción y la realidad…simplemente trato de plantear distinciones.»
La obra de Crossfield, siempre interesante, abarca más de la temática que les muestro. Pero estos extraños cuerpos tienen algo de fascinador. Les muestro algunos ejemplos.









