Una de las figuras más destacadas de la ilustración francesa del siglo XIX, fue Paul Gustave Doré (Estrasburgo, Francia, 1832-1883). Extraordinario dibujante, tuvo una gran fama como grabador, aunque también pintor y escultor. Como tal no sólo ilustró muchas obras de sus coetáneos sino también los grandes clásicos, como la Biblia, El Quijote, El Paraíso Perdido o la Divina Comedia. Su estilo romántico, y al mismo tiempo visionario, fue alabado inmediatamente por un público internacional y ejerció una gran influencia tanto en el propio movimiento romántico como en el surrealismo posterior. Para ver sus desnudos debemos centrarnos en las numerosas ilustraciones realizadas para el Infierno, de la Divina Comedia de Dante. Les muestro algunos ejemplos:




De esta última obra existe también una versión en óleo que nos muestra la calidad artística de Doré como pintor.









Tomo de sus ilustraciones del Orlando Furioso de Ariosto, las siguientes imágenes:


Para finalizar, una de sus óleos más conocidos: Ariadne.
