Vanessa Beecroft (Génova, Italia, 1969) es una controvertida artista que se mueve fundamentalmente en el campo de la performance pero también de la fotografía que, en ocasiones, tiene un carácter independiente de la reprodución directa de estos eventos. Sus obras tienen un sello que las hace facilmente reconocibles (además de la etiqueta VB seguida de un número, con la que se citan): un grupo más o menos numeroso de mujeres altas, muy delgadas y parecidas entre si, que suelen mantenerse inmóviles en el escenario, sugiriendonos un poco una visión 3D de la obra de Helmut Newton. La pieles muy maquilladas, usualmente de blanco, magnifican la uniformidad, aunque muchas veces se contrasta con negro o tonos marrones. Muchos sectores critican sus performances al considerar que objetualiza completamente la figura de la mujer, mientras que otros hacen incapié en ese aspecto retador e intimidatorio que nos produce su obra. Un empoderamiento que puede considerarse más como un postfeminismo que como un antifeminismo. En cualquier caso, a medida que ha pasado el tiempo sus performances se han vuelto más complejas y difíciles de interpretar.








En los últimos tiempos hemos visto que también ha ampliado su campo de actuacón a otras artes como pintura o escultura:



