La obra de Roberto Reula (Madrid, España) parece introducirnos en un mundo personal, íntimo, que parece reflejarnos de algún modo. Sus esculturas, de pequeño formato, pueden adquirir un toque conceptualista sin perder por ello el carácter de proximidad, de realidad cotidiana. En palabras del artista:
«Hago figuración en formato pequeño de unos personajes que considero un reflejo de mí, de las personas: pequeños, desnudos, algo grotescos, un poco desamparados, con su puntito irónico».
igualmente, en otras declaraciones:
«Modelo lo que veo que somos por dentro, caóticos, cómicos, crueles, deformes, pequeños. Modelo sin piedad la realidad que no nos gusta, pero de la que todos estamos hechos. Tengo la suerte de poder darle forma al miedo y a la vergüenza, a la grandeza de lo miserable, el hombre producto de la «sociedad» en la que vivo».
Antes de mostrarles una selección personal de su obra, expuesta ya en todo el mundo, los dejo nuevamente con unas palabras del escultor que revelan, de algún modo, su concepción del arte:
«El arte no tiene por qué ser bello. Puede serlo, pero esa no es su función. Su función es que cuente algo. Si es feo pero cuenta algo, es perfectamente válido. Lo malo es que es un recurso que se usa demasiado. Se tiende mucho a una obra escatológica, escandalosa, que busca el impacto rápido. Hasta eso termina siendo aburrido. Uno está saturado de ver imágenes siniestras».
Disfruta el silencio (I y II)

Al rincón por soñar al sol

Corre

La habitación de los pasos invisibles
Era cuestión de tiempo (izquierda) y El empuje que me faltaba (derecha)

Tantas vidas en una maleta
Sus manos son mis alas (delantero y trasero)
La senda del tiempo (izquierda) y Donde tu luz e lleve (derecha)

Las noches
me gusta el concepto de arte que tiene .
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Muchas gracias por tus palabras y por dedicarme tu tiempo.
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