Vuelvo la mirada hacia el siglo XIX para presentar a un pintor inmerso en la corriente neoclasicista francesa: Jules-Élie Delaunay (Nantes, Francia, 1828-1891). Perteneciente a la escuela de Ingres y discípulo de Hippolyte Flandrin, gozó de bastante popularidad en su época y creó obras de gran formato para la Ópera o el Ayuntamiento de París.

La muerte de la ninfa – Jules-Élie delaunay
Podemos observar sus retratos femeninos reclinados con el trasfondo orientalista tan del gusto de la época.

Desnudo reclinado – Jules-Élie Delaunay
Obras con carácter mitológico o religioso:

Diana – Jules-Élie Delaunay

Dafnis y Cloe – Jules-Élie Delaunay

Ixión precipitado a los infiernos – Jules-Élie Delaunay

David triunfante – Jules-Élie Delaunay
Aunque se escapa de esta temática quiero mostrarles sus «espigadores en el campo romano»:

Espigadores en el campo romano – Jules-Élie Delaunay
Jules-Élie Delaunay fue también un extraordinario dibujante. Nos ha dejado numerosas obras; algunas, bocetos para sus pinturas, como la del David triunfante. En todas ellas muestra su fuerte conocimiento del arte clásico.
El Museo de Bellas Artes de nantes es guardián de una gran parte de su legado. Su amplia colección puede visualizarse en su magnífica página web