Ignoro la proyección internacional de la obra del serbio Vladimir Dunjic (Cracak, 1957) pero no cabe duda de que es un creador de imágenes sugestivas. Sus figuras poseen una gran simplicidad formal y me recuerdan, en muchas ocasiones la obra de Balthus. Un espacio pictórico más constreñido que el de este artista, una luz más uniforme y un particular empleo de las texturas, refuerzan el carácter íntimo de las obras de este interesante pintor.