Marino Marini (Pistoia, Italia, 1901-1980) es uno de los artistas italianos más destacados del siglo XX. Pintor, grabador y escultor es, posiblemente en esta última técnica, la que le ha dado un mayor reconocimiento internacional. Dispone de un museo propio en Florencia.
Sus figuras escultóricas poseen una gran simplicidad formal, arcaizante y con reminiscencias al arte etrusco. También son portadoras de un gran dinamismo que parece asimilar a su autor al movimiento futurista. Obras monumentales, próximas a la abstracción en su composición pero que no abandona nunca el elemento figurativo.
De las mismas podemos resaltar sus desnudos femeninos
pero, muy especialmente sus jinetes. En el «Dictionaire de l’Art Moderne et Contemporain», dirigido por Gerart Durozoi (Ed. Hazan, 2002), podemos leer (traduzco aquí):
«Las imágenes del caballero fundamenta, en los años cincuenta, el renombre internacional de Marini: Si, inicialmente, el hombre domina al animal, netamente distinto del mismo, el caballero se funde cada vez más con la criatura. Ambos recorridos de una inquietud apocalíptica, acaban por sucumbir, fulminados, en la catástrofe ineludible de una naturaleza violada».
Les muestro aquí alguna de estas sugestivas obras: