Tom Wesselmann (1931-2004) fue una de las figuras principales del pop americano, pese a que nunca le gustó que lo incluyesen en este movimiento. El desnudo tiene un carácter relevante en su producción. Un desnudo femenino que destaca boca, pezones, sexo, a menudo únicos fragmentos corporales mostrados y que trata con una extraordinaria simplicidad formal a veces próxima al abstracto.
En el obituario publicado por el periódico El País leemos:
Wesselmann explicaba que había «renunciado desde un principio a ponerle cara» a las mujeres de sus desnudos. «Quería que hubiera una especie de movimiento que fluyera a lo largo del cuadro, y algunas cosas, por ejemplo demasiados detalles, habrían podido frenar ese movimiento», decía.
La influencia de Manet y Matisse – tanto en el uso del color como de la composición – se evidencian en muchas de sus obras que muchas veces reinterpretan la de estos maestros:
La serie etiquetada como «Gran desnudo americano», a la que pertenecen la mayoría de las pinturas reproducidas aquí, supuso su consagración internacional.
En los Archives of American Art podemos escuchar, o leer su transcripción, una larga entrevista a este gran pintor (más de cinco horas de duración).
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