Hablar de la obra de Gustave Moreau (Paris, Francia, 1826-1898) supone hacerlo del movimiento simbolista. Este movimiento, cuyos artífices artísticos más destacados son Moreau (a veces considerado como un precursor) y Odilon Redon, tiene un origen literario pero, en las artes plásticas, se caracterizó por unir la informalidad del trazo de los impresionistas a los esquemas estructurales y cromáticos del romanticismo. Su temática se centró en la espiritualidad y en un mundo místico que permite una evasión de la realidad cotidiana. Un referente destacado para este movimiento fue William Blake. A mi entender, los desnudos masculinos de Moreau suelen mostrar en su pintura (no así en sus académicos dibujos) un alto grado de androginia. Pienso que esta característica se muestra de un modo general en la pintura de este grupo de artistas y en el modernismo, movimiento en el que, en cierto modo, derivó rápidamente el simbolismo; menos místico y más sensual.








Edipo y la Esfinge – Gustave Moreau Hesiodoto y las Musas – Gustave Moreau


