En estas pequeñas reseñas he hablado repetidamente del movimiento hiperrealista, especialmente en su aspecto pictórico. En el ámbito de la escultura uno de sus principales exponentes fue Ron Mueck pero, antes que este escultor de gigantescas figuras, debemos hablar de John De Andrea (Denver, Colorado, USA, 1941), a quien se considera verdadero padre de este movimiento. Con una elaborada técnica que le permite reproducir las tonalidades del cuerpo humano y el uso de cabello natural, sus cuerpos – usualmente femeninos y desnudos – muestran un realismo rayano en la banalidad. No hay interés erótico y, como indica Ana Ara Fernández en su trabajo sobre los hiperrealismos contemporáneos:
“…sus figuras transmiten tristeza, soledad; una sensación que se ve acentuada en obras compuestas por dos personas, al no establecer ningún tipo de relación visual entre ambas”
John de Andrea pertenece al grupo de fotorrealistas americanos de los años 70 al que pertenecen igualmente figuras como Chuck Close o Alex Colville.

Joan – John De Andrea

Susan – John de Andrea

El artista y la modelo – John De Andrea

Mujer sentada – John De Andrea

Hombre apoyado en la pared – John De Andrea

Toby – John De Andrea

Mujer en la cama – John De Andrea
Nos encontramos también algunas reinterpretaciones de obras clásicas, como esta del «Galo moribundo»:

El galo moribundo – copia romana de una escultuda de la Acrópolis de Pergamon
o esta otra basada en el «déjeuner sur l’herbe» de Manet: