
Max Ernst acompañado de Dorotea Tanning posando junto a una de sus esculturas en el exterior de su casa.
Parece lógico plantear, después de tratar la producción artística de Dorotea Tanning, la obra de quien fue su pareja, Max Ernst (Brühl, Alemania, 1891-1976). Dos figuras relevantes dentro del movimiento surrealista, que colaboraron muchas veces pero mantuvieron cada uno su propio y diferenciado estilo. Atraído por el surrealismo y el dadaismo, el artista se caracterizó por incorporar al movimiento técnicas novedosas como el «frottage«, el «grattage» o el «goteo» (que usaría luego Pollock). También hace uso de una técnica, tipicamente surrealista creada por Óscar Domínguez, como es la «decalcomanía» e, igualmente, desarrolló fuertemente el collage. Dentro de estos se encuentran obras como las siguientes:

Collage Dada – Max Ernst
En esta última imagen observamos una de sus iconografías recurrentes: la fusión hombre-ave. Ernst muestra una extraña fascinación por las aves que aparecen, a veces de un modo imperceptible, en muchas de sus obras.
En el ámbito pictórico, «La pubertad cercana» o «Las Pléyades» es una de sus obras más representativas, y tambien en este cuadro la figura femenina decapitada está recortada y pegada. La interpretación es, lógicamente, confusa y exige el análisis de un paratexto situado en la parte inferior de la obra que traducido dice:
“La pubertad cercana no ha arrebatado todavía su gracia a las pléyades /
La mirada de nuestros ojos llenos de sombras se dirige hacia el adoquín que
caerá / Todavía no existe la fuerza de gravedad de las olas.”

Las Pléyades – Max Ernst
Veamos otras obras destacadas:

Los hombres no sabrán nada de esto – Max Ernst

El rapto de la novia – Max Ernst

El antipapa – Max Ernst

La Virgen María castigando al Niño Jesús en presencia de tres testigos
«Palabra – mujer – pájaro» (izqda.) – Marlene (Madre e hijo) (dcha.) Max Ernst

Amor de larga duración – Max Ernst

Napoleón en el desierto – Max Ernst

El jardin de Francia – Max Ernst

Mujer, viejo y flor – Max Ernst