Quiero rendir aquí un homenaje a una de las artistas latinas más destacadas dentro del mundo de la performance y en general de todos los esquemas artísticos que surgen con la posmodernidad (performance, video-arte, land art, body-art,…): Ana Mendieta (La Habana, Cuba, 1948-1985). Desde el feminismo y la subversión, esta artista que se formó y trabajó en los Estados Unidos, realizó su labor utilizando su propio cuerpo como elemento integrador en la naturaleza, como creador de signos o como elemento generador de violencia y lugar en la que la misma podía ser ejercida. Un arte performativo en la que fue introducida por su mentor y amante Hans Breder.
En una ocasión posó desnuda, frente a una pared en blanco con un pollo recién decapitada cuya sangre salpicaba su cuerpo y la pared.
No fue ésta la única ocasión en la que la sangre o el cuerpo torturado, formaron parte de su obra. Tragedia siempre que parece preconizar su propia muerte al precipitarse al vacío desde un piso 34. ¿Suicidio o violencia de género?. Posiblemente esto último.

Del film Butterfly
Ritualismo, santería, fusión con la naturaleza. Una obra compleja de una artista compleja que nos dejó demasiado pronto.
Así como el cuerpo tiene un papel dominante en su producción, no ocurre lo mismo con el desnudo, por lo que recomiendo una visión más amplia de la obra de esta gran artista, influyente y muy imitada después de su muerte.