Contemporáneo de dos geniales muralistas, los mexicanos Rivera y Siqueiros, Pedro Nel Gómez Agudelo (Anorí, Colombia, 1899-1984) fue artífice de una obra, quizás menos conocida, pero de una importancia comparable. Aprendió la técnica del fresco en Italia, donde residió algún tiempo en la década de los veinte y llevó estos conocimientos a su Medellín donde realizó una inmensa labor. Sobre éste comenta:
«Un mural al fresco es la síntesis de la vida secular de una nación. El muralista lleva a su obra las victorias, los anhelos, las derrotas y dolores de su pueblo u de su patria.
Un fresco permanece siempre como el patrimonio de una sociedad en un momento dado. Un mural es un libro abierto ante un pueblo que lo leerá todos los días aún sin percatarse, vivirá con él y lo llenará de esperanza.
El fresco. sin dejar de ser pintura, no es ni arte decorativo, ni ornamental. Su concepción, su realización, despiertan en el espectador emociones más profundas, a las que llegará lentamente en el tiempo» (Citado por: Artes, La Revista, nº 13, vol. 7, enero-junio 2007)

Frescos del Aula Máxima de la Facultad de Minas de Medellín

Mural de la República en el Museo de Antioquía de Medellín
Opuesto a determinadas vanguardias y, muy especialmente al arte abstracto, su obra siempre revistió un carácter realista. Durante los años 40 con un fuerte carácter político en el que se destaca su nacionalismo liberal. En los 50 continúa el americanismo pero empieza a aparecer un componente mitológico en su pintura que alcanza su apogeo durante los 60 ahora mezclada con la cultura pop.

Mujer pronta a la defensa – Pedro Nel Gómez

Barequera de gorro rojo – Pedro Nel Gómez

Barequera en descanso – Pedro Nel Gómez

La sensualidad del trópico – Pedro Nel Gómez

Barequera – Pedro Nel Gómez

Una pareja de barequeros – Pedro Nel Gómez

Maternidad – Pedro Nel Gómez

Bolívar educado por los mitos de la selva – Pedro Nel Gómez

Desnudo – Pedro Nel Gómez

Recuerdo de las lavadoras de oro – Pedro Nel Gómez

Barequera – Pedro Nel Gómez