A Juan Soriano (Guadalajara, México, 1920-2006) se le conoce fundamentalmente como pintor y escultor, pero su labor humanística fue mucho más amplia: ceramista, poeta, activista político pro libertades democráticas… Viajó por Europa y los Estados Unidos y se relacionó ampliamente con intelectuales como los escritores Octavio Paz, Carlos Fuentes y Cortázar, o con el pintor Carlos Saura o el arquitecto Luis Barragán. Se vinculó un cierto tiempo al círculo de Frida Kahlo y los grandes muralistas mexicanos pero su espíritu libre acabó separándole del grupo, posiblemente por el carácter político del mismo. En una ocasión comentó:
«Uno no tiene que meter ideas en la mente de la gente a través del arte porque comete el mismo error que las religiones que quieren establecer lo que debe ser bueno y malo»
Su producción fue muy variada, temática y estilísticamente. Una muestra de su curiosidad creativa. Así nos dijo, cuando España lo reconoció con el Premio Cervantes:
«El arte sirve para no dejarnos envejecer; el arte es siempre juventud, fuerza, invención, son muchas sus cualidades

Pita Amor – Juan Soriano

Adán y Eva – Juan Soriano

Imaginación – Juan Soriano
Angel de la Guarda – Juan Soriano (izqda.) La novia vendida – Juan Soriano (dcha.)

La playa – Juan Soriano

Niño y pájaro – Juan Soriano
El rapto de Europa – Juan Soriano (Izqda.) Rosita – Jaun Soriano (dcha.)

Apolo y las Musas – Juan Soriano