Uno de los primeros teóricos de la modernidad fue, posiblemente, Georges-Pierre Seurat (Paris, Francia, 1859-1891). Con él se inicia el periodo postimpresionista y, concretamente, el denominado neoimpresionismo. Seurat ahonda en los efectos de la percepción del color y, no satisfecho con el trazo libre e intuitivo de los impresionistas, decide realizar un profundo estudio sobre los efecto aditivos de los colores que aplicaría como pequeños puntos de tonos puros. En seguida se denominó puntillismo a este estilo, pese a que el término nunca gustó al artista que prefirió denominarlo divisionismo, y que fue seguido por otros pintores, especialmente por Signac. El desnudo no centra la atención de su obra pero, cuando lo observamos, parece sumergirnos en un mundo silencioso, irreal, de personajes ausentes. Algunos ven en el y en sus composiciones geométricas, una influencia del pintor renacentista Piero della Francesca.

Las modelos
Alrededor de esta obra aparecen otras, como estudios o como muestras independientes:

Modelo sentada de perfil

Desnudo de frente

Modelo de espaldas
Este último óleo parece que es fruto de la admiración que tenía Seurat por Ingres, recordándonos «La bañista de Balpinçon».
Junto a estos óleos les muestro algunos de sus extraordinarios dibujos:

Mendigo hindú
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