
Los argonautas – Max Beckmann
Aunque hemos visto en el blog varios destacados artistas pertenecientes al expresionismo alemán, no se había mencionado a Max Beckmann (Liepzig, Alemania, 1884-1950), uno de de sus principales exponentes. Como otros pintores de este movimiento parte de la visión impresionista, pero la alegría de este movimiento se pierde con la experiencia de la Primera Guerra para generar un estilo que se alimenta de una visión más interior del artista. Los espacios se cierran alrededor de los personajes, protagonistas siempre. Beckmann no es un pintor de desnudos, aunque algunos de los mismos son relevantes.
Una cierta tristeza parece invadir siempre la obra, en ocasiones de un modo explícito como en la «Gran escena de la agonía» o en «los prisioneros».

Gran escena de la agonía, 1906 – Max Beckmann

Los prisioneros – Max Beckman
Podemos observar lo mismo en sus visiones sobre Adán y Eva que se centran más en los efectos de la caída que en la tentación.
O en escenas íntimas como las mostradas en «la maternidad» o en «el baño»:

Maternidad – Max Beckmann

El baño – Max Beckmann
Cuando muestra una visión más erótica sobre la mujer, como por ejemplo en su «desnudo reclinado», el propio esquema compositivo inestable y fragmentado, nos provoca una cierta desazón.

Desnudo reclinado – Max Beckmann
En ocasiones, especialmente en su última etapa, parece incorporar elementos surrealistas, o al menos simbólicos, en su pinturas.

Hermano y hermana – Max Beckmann

Hombre y mujer – Max Beckmann
La última obra que les muestro, «la ciudad» (1950), pretende ser un homenaje a la vida nocturna de Nueva York, ciudad en la que residió los últimos años de su vida. En ella murió ese mismo año a consecuencia de un accidente automovilístico.

La ciudad – Max Beckmann