Aunque de origen alemán,Kiki Smith (Nurenberg, Alemania, 1954) es una destacada artista americana en la que el cuerpo humano, especialmente el femenino, le permite un discurso crítico sobre el papel de la mujer en la sociedad actual. Su discurso feminista se desarrolla en diversos soportes, performances incluídas, en los que predomina la escultura. En una entrevista realizada por Chuck Close comenta:
«Los materiales tradicionales tienen un fuerte bagaje histórico. Pero también tienen un aspecto fisiológico: diferentes materiales tienen un significado psíquico y espiritual diferente. Si realizamos cuerpos en papel, o en de bronce, sus significados son diferentes. Así podemos elegir el material adecuado para obtener el significado que deseamos. O podemos hacer algo en cinco materiales diferentes para obtenern diferentes efectos emocionales.»
Formalmente,
«Kiki Smith representa cuerpos inertes, generalmente mutilados, en los que fluye leche, o recién nacidos; cuerpos que remiten al dolor, a la amputación, a productos del cuerpo (sangre menstrual, leche), a experiencias corporales (partos, objetualización sexual), y que muestran plásticamente aquello que debe permanecer escondido, los lados más oscuros, privados y contaminantes de lo femenino, tal y como lo concibe la ideología sexual dominante en las sociedades occidentales». El Cuerpo: interfaz de prácticas artísticas. Joan Campàs Montaner, pag 66. Textos Universitat Oberta de Catalunya.
Un ejemplo no tradicional de la figura femenina se aprecia en su «María Magdalena», que aparece desprovista de piel en todas partes salvo en la cara,senos y zona umbilical. Una «mujer salvaje», como veremos también en algunas obras con animales, atada por una cadena.
Los temas religiosos resultan muy atractivos para Kiki Smith que se declara buena católica, y el mismo esquema iconográfico usado para la Magdalena lo muestra su «Virgen María»:
En muchas ocasiones apreciamos una típica desproporción entre las dimensiones de la cabeza y el cuerpo de sus figuras, que da a sus personajes un marcado aire infantil. En gran medida se aprecia en ella la influencia de las estampas budistas de Kuan-Yin, que colecciona. La artista lo comenta en la entrevista citada anteriormente.