Estamos acostumbrados a encuadrar en corrientes pictóricas concretas a los pintores más clásicos, y entiendo por tales a los anteriores a las vanguardias del siglo XX. Esto no resulta siempre fácil, y un ejemplo de ello es el caso de Henri Fantin-Latour (Grenoble, Francia, 1836-1904). Educado en la escuela de Courbet y amigo personal de Manet, se mantuvo alejado tanto del realismo del primero como del impresionismo del segundo. Adquirió bastante fama en su época por sus bodegones de frutas y flores en los que aplicó un estilo que algunos han denominado realismo lírico. Quizás tuvo mayor influencia sobre él su amigo el americano James McNeill Whistler, famoso retratista, cuya obra incorpora muchos elementos del simbolismo. En mi opinión éste representa mejor el arte aplicado a sus desnudos femeninos, con un fuerte predominio de las líneas curvas y figuras etéreas y evanescentes. Aquí una pequeña muestra de estas obras:

Naiade – H. Fantin-Latour

La ola – H. Fantin-Latour

La mañana – H. Fantin-Latour

La tarde – H. Fantin-Latour

La noche – H. Fantin-Latour

La fuente en el bosque – H. Fantin-Latour

Andrómeda – H. Fantin-Latour

Danaé – H. Fantin-Latour