Cuando se habla de Katsushika Hokusai (Tokio, 1760-1849) una imagen viene siempre a nuestra mente. Su célebre obra «La ola» o más exactamente «La gran ola de Kanagawa», un grabado perteneciente a su serie de treinta obras sobre el monte Fuji.
Sin embargo, en su importante producción gráfica, adquiere una gran importancia una particular obra erótica que desarrollaron los artistas de la escuela ukiyo-e (imágenes del mundo flotante) entre principios del siglo XVII y finales del XIX. Se trata de los denominados shunga (imágenes primaverales). Se nos presenta una obra que no posee un carácter más o menos erótico sino claramente sexual, totalmente genitalista. Aunque los personajes no se suelen encontrar completamente desnudos los genitales centran la atención de la obra, siempre sobredimensionados. Este efecto es mayor en Hokusai que en el otro gran artista del movimiento, Utamaru.
Parece ser que el objetivo de estas obras era diverso. Por un lado tenía un fin didáctico para jóvenes esposas, pero también servía como «decoración distendida» para romper el hielo entre cortesanas y clientes en las casas de placer. Debemos también integrarlos en una cierta falocracia, asociada a la reproducción y con ella a la prosperidad, reinante en la sociedad japonesa.
Los «shunga» cayeron en desgracia cuando la sociedad japonesa se enfrentó a la pacata sociedad inglesa victoriana. No sólo evitó la «ofensa» a los occidentales dominantes sino que se modificó el propio mundo japonés. Hoy por hoy es impensable la reproducción de imágenes de este tipo (recuérdese la censura existente en el propio cine hentai).
¿Erotismo?¿Pornografía? Poco importa. ARTE que nos permite una reflexión sobre nuestra sociedad.
Los griegos celebraban con imágenes eróticas los cementerios…Tantos y Libido juntos.
Me gustaMe gusta
Pingback: El desnudo en el arte: Fernando Bellver | migueldesnudo
Pingback: El desnudo en el arte: Michael Bergt | migueldesnudo