Evelyn Williams ( Streatham, Londres, Reino Unido, 1929-2012) fue una artista que se mantuvo apartada de todas las corrientes artísticas a la moda. Según comenta John McEwen:
«Ha abierto camino en el tema más universal de todos, las relaciones humanas: en masa, en grupo, en familia, en pareja o en la soledad concentrada. Lo ha hecho con la visión de un poeta y la empatía de una esposa, madre y abuela. El resultado, tan sutil en técnica como profundo en sentimiento y visionario en alcance, no tiene equivalente».
Su vida se ve reflejada en su obra y de esta convergencia la propia Williams nos comenta:
«Mi estado de ensueño se mantiene prestando mucha atención a los detalles físicos de mi vida. Protegida y en ocasiones sumergida en las trivialidades de la existencia, mi objetivo siempre ha sido encontrar el momento en el que todo se calma, en el que mi corazón envuelto en calma permite que crezca la pequeña semilla de una idea. A partir de unos comienzos tan tenues se formará el embrión de una imagen.
Hay una línea que trazar entre el sueño y la vigilia cuando estoy suspendida y flotando entre los dos. Es entonces cuando escucho a mi otro yo y me dejo llevar por ese no lugar que reconozco como un refugio seguro, que prefiero a cualquier otro. Mi vida está iluminada por estos estados: parecen tener más relevancia que las experiencias de vigilia, que no pueden igualar a las demás en belleza y tranquilidad, ni ofrecer tanta felicidad”.