El desnudo europeo más realista – entendido esto como más próximo a los cánones grecorromanos clásicos – surgió el la Italia pre-renacentista. Uno de los artistas, ya inmerso en el Renacimiento (Quattrocento) que tuvieron más importancia en el desarrollo de esta nueva visión del cuerpo, fue Andrea Mantegna (Isla de Carturo, Italia, 1431-1506). Su obra influyó decisivamente en Albert Durero, Giovanni Bellini y Leonardo da Vinci. Su principal legado es el ilusionismo visual procedente de las distintas formas de perspectiva que utilizó.
Su obra más destacada fue la «Lamentación sobre Cristo muerto». Una extraordinaria composición que se encuentra en la Pinacoteca de Brera (Milán) en el que la figura de Cristo se muestra ajena a cualquier simbolismo, de un modo muy realista y con un notable «contraposto» que acentúa su carácter dramático. Quizás no entre completamente dentro de la categoría de «desnudo en el arte», pero es una obra maestra de imprescindible conocimiento:
Igualmente sus tres pinturas sobre San Sebastián, en mi opinión con una gran influencia del gótico (pese a las columnas grecorromanas), y que empiezan a perfilar la iconografía de este Santo, al que se le solicitaba su intermediación contra la peste y que terminará relacionado con el mundo gay:


El desnudo más completo sólo se aprecia, en su obra religiosa, referido al Niño Jesús:
Sin embargo, la mitología sirvió ya, durante esta época, para permitir mayores libertadas en el tratamiento del cuerpo:
Y también, y fundamentalmente, en los numerosos grabados asignados a este artista por Vasari, puesto que Mantegna nunca firmó ninguno:




















