Siempre resulta muy controvertido el estudio de obras artísticas protagonizadas por adolescentes o niños. Si el artista se reconoce en sus memorias como pederasta, la situación puede ser aún más incómoda. Este es el caso del controvertido pintor Donald Friend (Sydney, Nueva Gales del Sur, Australia, 1915-1989). Pese a ello, si dejamos a un lado sus cualidades morales, su obra artística – principalmente dibujos y acuarelas – tiene una calidad indiscutible. Reina en la misma un cierto homoerotismo, pero no puedo apreciar en ella elementos de carácter sexual o supongan violencia o degradación de los personajes retratados. Por esto, la someto a vuestra consideración.