Gustav Seitz (Mannheim, Alemania, 1906-1969) fue un extraordinario artista del que se conservan, no sólo un gran número de piezas escultóricas, sino numerosos dibujos. Como escultor fue discípulo de Georg Schreyögg, pero su formación se vio ampliada por sus viajes culturales por Italia y por Francia. En este último país conoció a Charles Despiau. En su relativamente corta vida, le tocó vivir una situación muy convulsa que le afectó personalmente: La Segunda Guerra Mundial seguida de la política de bloques que vivieron las dos Alemanias. Fue hecho prisionero, y su taller, con muchas de sus obras, destruído. Pese a ello, nos lega una obra tan extensa de la que me veo forzado a seleccionar, por razón de espacio, sólo algunas de sus esculturas. Les recomiendo un impresionante artículo en el blog «Forma es vacío, vacío es forma«.








Algunas piezas ensambladas en la «Puerta del Amor»:

