Irina Ionesco (París, Francia, 1930) es una artista francesa de origen rumano. Se inició con la pintura pero pronto dirigió sus pasos hacia la fotografía. En su obra abundan los desnudos o semidesnudos femeninos en situaciones que parecen indicar la muerte o algún tipo de violencia. Su fama se inició tras las polémicas fotos de su hija Eva, desnuda, que exigieron una intervención judicial (no las muestro).
La misma violencia contenida se muestra en su serie «Japón Prohibido» en el que se retrata el mundo de los «yakuza»: