Elvis Céllez González (Pinar del Río, Cuba, 1972) es un artista visual, irreverente y provocador, que parece querer reírse de sus miedos, nuestros miedos. Amalia Bomnín nos comenta:
«Los ecos del realismo socialista llegaron hasta Cuba e hicieron sus mellas y al autor le sirven de pretexto para revocar estos excesos y convertirlos en gancho dentro de sus telas»
Rufo Caballero hace un interesante análisis del artista y su obra, del que destaco:
«Elvis revisa toda la tradición expresionista y neo del siglo XX: de los bohemiso de Basquiat y Schnabel, del expresionismo performático, automutilador y catártico de Vito Acconci a los transvanguardistas concentrados en la exploración estética, de Ñica Eiriz y Cabrera Moreno a Nicolás Lara, Tomás Esson, Pedro Vizcaíno, Borodino y Segundo Planes.»
«Hay una sección de la poética que se ocupa sin dilatación de la tragedia humana. La demencia, el cólera, la soberbia, la flagelación, la muerte en vida, la masturbación; la violencia de los sentimientos, en una palabra, tras un mal que no tiene cura: la soledad, y que conduce hasta la locura a sus excepcionales seres pictóricos, evidentes y flamantes alteridades del pintor.»
La obra de este artista ha adquirido un gran reconocimiento y forma parte de colecciones cubanas e internacionales.
