La obra de Louise Hervieu (Alenzón, Francia, 1878-1954) se vio tremendamente condicionada por el estado de salud de la artista. Hervieu nació sifilítica y su visión se fue deteriorando rapidamente, de modo que abandonó pronto la pintura para pasar al dibujo, y el color, para pasar al blanco y negro. En sus dibujos, realizados con lápiz y carboncillo, nos muestra a la mujer situada en unos interiores barrocos, Luis XV. Una buena parte de ellos sirvieron para ilustrar la obra de Baudelaire.

