Valentin Serov (San Petersburgo, Rusia, 1865-1911) fue un pintor que dominó diversas técnicas artísticas como el óleo, la acuarela, dibujo y grabado. También un notable profesor que transmitió a sus alumnos la importancia del dibujo como bosquejo cara a la ejecución de la obra, y de la iluminación del modelo. Referente a éste, es notable por abogar por el posado de mujeres desnudas. Hoy puede ésto resultarnos raro, pero durante todo el periodo academicista europeo sólo posaban desnudos los hombres, y cuando los impresionistas quisieron retratar a mujeres desnudas, acudieron generalmente a prostitutas. En principio su obra se ve dominada por el realismo y los colores oscuros de Ilya Repin, pero luego los tonos claros van adquiriendo un mayor protagonismo en un cierto «impresionismo» ajeno a los cánones del movimiento francés. En algunas obras, como en el retrato de Ida Rubinstein – pintado una año antes de su muerte – se aprecia una evolución hacia el modernismo y, si me permiten la opinión – hacia un cierto expresionismo.
Como comentaba, Serov concedió una gran importancia al dibujo. Su relevancia artística es indiscutible, pero también han tenido una relevancia mediática a partir del año 2009 en el que se llevó a cabo, en Rusia, la exposición «Mensajes del gran líder. Los autógrafos de Stalin». En la misma vemos como muchas de las imágenes llevan sobreescritas comentarios irónicos o soeces del dictador.

