El fotógrafo franco-israelí Idan Wizzen (1984) reparte su tiempo entre la fotografía de moda, la docencia, y un arte más creativo y personal que refleja en numerosos retratos fuertemente expresionistas. El cuerpo desnudo adquiere una fuerte presencia en una obra en la que el sexo, como tal, no se suele explicitar. Posiblemente, no añadiría ningún elemento expresivo adicional. En declaraciones suyas:
«Quiero que mis imágenes provoquen pensamiento y discusión. Quiero que el espectador se cuestione a sí mismo, cuestione sus certezas, aprenda a ver las cosas de manera diferente. Reflexionando sobre dos niveles: el individual y el social. A nivel individual, quiero que mi trabajo lleve al espectador en un viaje para pensar en las limitaciones que sus mentes se autoimpusieron, en la aceptación de su cuerpo o para ayudar a encontrar la belleza en todas las formas, tamaños y defectos. A nivel social, mis reflexiones se centran en las decisiones que tendremos que tomar mañana: nuestra moral, nuestro medio ambiente, nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras, nuestra relación con la ciencia, la transformación del homo sapiens en una nueva especie …»







