La segunda mitad del siglo XIX, con la consolidación de los estados-nación, gestados desde finales del XVIII, y la plena independencia de las nuevas naciones americanas, puede considerarse como la época del nacionalismo. Muchos artistas, en un periodo dominado por el realismo pictórico, generan una obra – usualmente grandilocuente – que pretende reivindicar los grandes acontecimientos históricos que afectaron a sus respectivos países. Entre estos Juan Manuel Blanes (Montevideo. Uruguay, 1830-1901) quien, desde Uruguay se le denominó «el pintor de la patria». Junto a estas obras, retratos realizados por encargo y una nínima cantidad de pinturas de desnudos.



Contrasta la escasez de pinturas con la abundancia de dibujos. Desnudos masculinos academicistas, en la más pura tradición realista que existía en Europa.




