El desnudo puede expresar la confianza, autoestima y seguridad de la persona. Refleja igualmente un planteamiento de género con mayor o menor contenido erótico-sexual. Es un lugar de acción en el que pueden representarse planteamientos políticos y sociales diversos. También puede servir para mostrar debilidad. Asociado con un reducto máximo de la intimidad, se nos muestra muchas veces para denunciar el aislamiento, tanto la violencia externa ejercida contra una persona como la violencia interna que puede suponer el enajenamiento, la despersonalización. El fotógrafo Claudio Edinger (Río de Janeiro, Brasil, 1952) no se ha especializado en retratos de desnudos, pero nos muestra una impactante carpeta, “Madness” (Locura) – fruto de sus fotografías realizadas entre 1989 y 1990 en el Hospital Psiquiátrico de Juqueri y que le valió ese año el premio Ernst Haas – en el que se intenta aproximar con la cámara a esa terrible realidad, lo que puede suponer personalmente y la gestion social de la misma. Son imágenes que no necesitan explicaciones:







