La segunda acepción que da el Diccionario de la Lengua Española al término ilustración es: «Estampa, grabado o dibujo que adorna o documenta un libro», y en Wikipedia se comenta : «Un aspecto importante de la ilustración es el uso de diseños bidimensionales, a diferencia de las imágenes pintorescas y espaciales que tratan de captar la tercera dimensión.» De acuerdo con esto, una característica de la ilustración es que, al menos de un modo teórico, la imagen no es completamente autónoma y queda referenciada en parte por el discurso que genera el libro a través del texto o de las interrelaciones producidas por la propia selección de las imágenes. El tipo de imágenes o el grado de planaridad en la representación pueden ser muy variables.
Quiero empezar comentando la obra de una joven artista Blanca Miró Skoudy (Barcelona, España, 1992) que trabaja para importantes firmas de todo el mundo y que nos muestra una mujer desnuda, mediante esquemáticas líneas que revelan una anatomía, a través de fragmentos incompletos del cuerpo. En su obra se aprecia una mujer orgullosa de su propia identidad en la que senos y sexo determinan, en gran medida, la composición. Se ha comentado la influencia en la misma de grandes artistas del pasado como Picasso, Matisse o Cocteau en un artículo en el que se indica que su trabajo responde a una única pregunta:
«¿Cómo puedo reproducir la femineidad con los menores recursos posibles?»
La obra de Eiko Ojala (Tallinn, Estonia) comparte la simplicidad formal de Blanca Miró y, al mismo tiempo, se nos revela con una visión diferente del desnudo. Una visión masculina del cuerpo femenino en las que están ausentes las formas angulosas y predominan suaves curvas. Sus aparentes collages con papeles recortados generan una cierta volumetría enfatizando las sombras, pero son sólo aparentes ya que sus imágenes se encuentran construidas, completamente, de un modo digital.
Las figuras masculinas son mas escasas y menos sexualizadas.
La obra de este artista es muy amplia y abarca todo tipo de temas.