Cuando observo el mundo misterioso de Joanna Chrobak (Poznan, Polonia, 1968) me viene a la mente las sugestivas mujeres de Lucas Cranach (El Viejo). Sus personajes son más andróginos y no muestran la picardía del pintor renacentista alemán, pero parecen vivir en un mismo mundo. Mujeres de senos pequeños, vientres prominentes y amplias curvas, que dan testimonio de la afición de la artista por el mundo renacentista, y entornos barrocos no exentos de elementos surrealistas. Una magia que parece llevarnos a otros mundos y a otras épocas.













