Uno de los artistas contemporáneos más destacados de Sudamérica, ganador del premio Ernest Wolf al mejor artista latinoamericano, es Armando Morales (Granada, Nicaragua, 1927-2011). Su destacada obra refleja una visión personal ajena tanto a cualquier localismo formal como al colorismo usual de la región. Volumetrías algo surrealistas que recuerdan la obra de De Chirico junto a un gran conocimiento de la historia del arte configuran una producción, mística y cautivadora al mismo tiempo, que se mueve entre las formas realistas y la abstracción. De su técnica, el autor declaró:
“Yo trabajo con bocetos de memorias y pienso en un arreglo de colores… cuando veo que el boceto ya está organizado, lo pinto con guache o con óleo o carboncillo, lo que tenga a la mano,… llega un punto en que digo que ya está listo y empiezo a cuadricularlo para traspasar la composición. Ahí todavía no hay hojas, no hay detalles, y luego lo copio. Después lo dejo secar y le hecho una capa de “scumbling”, que es una mezcla de pintura sucia que queda como un velo oscuro sobre la obra y da un toque mágico. Después de eso, el cuadro ya está casi listo. Lo dejo secar y luego pinto otra capa que es como “scumbling” pero más oscuro, y luego lo trabajo por áreas. Todas las demás capas ya están bastante secas y, antes de que se sequen finalmente, las afeito con cuchillas de afeitar hasta lograr ese efecto”