Cuando la inmensa mayoría de los desnudos, en la producción artística contemporánea, parecen relacionarse de algún modo con el hiperrealismo o hiperrealismo-surrealismo, resulta agradable encontrar un artista que expresa la realidad de un modo diferente, con un lenguaje poético sugestivo y propio. Tal es el caso del menorquín Matías Quetglas (Ciudadela, Menorca, España, 1946).
Luz mediterránea, color y un cierto clasicismo que me recuerda, en ocasiones, la época clásica de Picasso.
Junto a la pintura, el artista desarrolla también la escultura y el grabado. Muestra de estos últimos las siguientes obras la su serie «Llanto por I. S. Mejías»: