Me he quedado muy sorprendido ante la obra de Paolo Troilo (Taranto, 1972), un joven italiano creador de una obra dinámica e impactante. Sus figuras masculinas parecen recrear un único personaje, quizás el mismo autor, y se construyen en blanco y negro utilizando para ello los propios dedos del pintor, sin recurso a la espátula o al pincel. Situaciones que reflejan siempre tensión, unas veces contenida y otras desplegada en acciones aparentemente violentas, no siempre fáciles de comprender. Autor y obra parecen fusionarse y coexistir más allá del mero happening creativo.
Les muestro a continuación uno de los videos que podemos visualizar en YouTube en el que, entre otras cosas, se nos muestra a Paolo Troilo en pleno proceso creativo.