Antonio López (Tomelloso, España, 1936) es uno de los artistas más destacados del realismo fotográfico español. Su obra se la vincula frecuentemente al movimiento hiperrealista, aunque no tiene la dureza de Ron Mueck. Así vemos en este desnudo masculino -«Desnudo tumbado»- que, aunque también posee las dimensiones desmesuradas de este artista, permite la visión del material, sin falsear tonos y texturas. La mano del artista está presente.
Sus dibujos preparatorios muestran la maestría del artistas y son en si misma obras de arte.
Las dimensiones de esta pareja hombre y mujer son «normales». Nuevamente el escultor no trata de engañarnos simulando una realidad inexistente de tejidos vivos. Sin embargo la obra es extraordinariamente realista. En 1993 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedicó una gran exposición a Antonio López. En su catálogo leo:
«El antiguo adagio de que «nada se parece menos a lo real que la realidad misma» se ratifica, una vez más con la obra de Antonio López García. Su trascendencia es la de sobrepasar la mera apariencia, lo ilusorio de las formas plásticas».
Estas obras muestran de nuevo la importancia del dibujo en su producción artística.
Dibujo que muestran en ocasiones una realidad impactante:
El que les muestro a continuación es un estudio para las figuras que aparecen en su óleo «Atocha»
Porque es en la pintura donde destaca más la producción de este artista. En sus imágenes una luz blanquecina parece inundarlo todo, una luz que aísla los cuerpos y dan a su obra un toque surrealista.
Esta atmósfera se respira también en obras en las que se retrata a la mujer en la bañera.
Antonio López crea un mundo urbano vacío, un Madrid de calles sin automóviles ni viandantes, de azoteas que se extienden al infinito, de habitaciones viejas con objetos congelados en el tiempo. Cuando irrumpe un ser humano en su obra parece que se incrementa más esa sensación de espacio atemporal, aislamiento y soledad. El desnudo es sólo una pequeña parte de su extraordinaria producción artística.
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