Armando Lara Hidalgo (Ciudad de la Lima, Honduras, 1959), artista autodidacta y admirador de la pintura clásica, pero también de Salvador Dalí y otros surrealistas, nos crea su propia versión de este mundo onírico. El Museo Ralli dedicado al arte sudamericano en Marbella comenta:
«La obra de Armando Lara rinde homenaje a la belleza en todas sus formas: la del ser humano, los animales y la naturaleza. Sin embargo, va más allá de la estética, adentrándose en los desafíos sociales y culturales del presente. Las figuras humanas que retrata, a menudo sin rostro y con torsos flotantes, simbolizan la pérdida de identidad, la multiculturalidad y la fragilidad del individuo en un mundo cada vez más complejo. Estos cuerpos carecen de erotismo y expresan vulnerabilidad, conectando directamente con las preocupaciones del artista por la comunicación y la tecnología».























