Karolina Dadura (Polonia, 1989) es una artista creadora de unas pinturas dramáticas y misteriosas del cuerpo humano. En sus propias palabras:
«Blanco y negro, dos mundos tan opuestos, pero tan apropiados. Extremos que crean armonía. Poder y misterio, sombra y luz. El hombre y el abismo. Un cuerpo experimentado con múltiples emociones, cargado de vergüenza, violencia, cercanía y dolor, a veces evoca miedo, a veces conmueve. […] Para mí, el cuerpo no es solo una maraña de partes anatómicas que constituyen los bloques de construcción de una silueta, sino sobre todo, una forma artística ideal. No me refiero a un estudio académico de la figura; pienso en el ser humano como un individuo que desafía las convenciones. Contrario a las normas aceptadas. Esto también se aplica a la pintura. La posibilidad de representar lo incompleto como una forma completamente completa. Una silueta sin cabeza, sin brazos, revelando solo el cuerpo, hundiéndose en la oscuridad o emergiendo del abismo. Movimiento, gesto, desenfoque, expresión, paz. Silencio y grito. Contraste».

















